domingo, 29 de junio de 2014

¿Rollo o rosquilla?

Nuevas curiosidades del habla.

Normalmente cuando hablamos ya sabemos el valor semántico de lo que queremos decir al expresar una locución, expresión o frase hecha. Pero muchas de ellas las interiorizamos tanto que en realidad ignoramos su origen y caen en las múltiples deformaciones que hacen irreconocible el porqué del dicho.


Ejemplos:

"Tal y Pascual". Seguramente Pascual pinte poco aquí, lo correcto es "tal y más cual", pero eso no termina de sonar bien y un nombre viene a socorrer el dicho.

"Salirse de madre". La madre no es la que nos parió, sino todo aquel canal, caballón o margen por donde discurre el agua, que al superar la capacidad de éste lo desborda, complicando el regadío. De ahí que salirse de madre, sea algo incorrecto o inapropiado.

Luego hay palabras que por nuestra riqueza léxica pensamos que se dicen en todas partes por no ser tan variopintas como otras que sabemos que son del terruño. Valga para los alicantinos la palabra "royo" como dulce de repostería. Bien, quitando nuestra zona alicantino-murciana-albaceteña se les llama "rosquillas". De ahí lo de Roscón de Reyes, cuando nosotros bien podríamos llamarle entonces "Rollo de Reyes" o quien sabe si "Rollón de Reyes" ya puestos. Pero perdería todo el encanto, porque la fuerza de la costumbre manda en el oído con sus imbricadas implicaciones de significado.


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